sábado, 9 de julio de 2011

El Pabellón Español. Paris 1937. 2ª Parte. Las Obras.

Horacio Ferrer. Aviones negros.
Como dije en la primera entrada, el Pabellón se convirtió en un Museo de Arte Contemporáneo. España presentó a la plana mayor de sus artistas. Si bien el Guernica era la estrella, se supo rodear de otra serie de trabajos que realzaban, si cabe, aún más la fuerza del mural del malagueño.
Payés catalán en rebeldía. Miró.
Joan Miró contribuyó con la segunda obra en importancia. Su "Payés catalán en rebeldía", hoy perdido, era otro mural más modesto, que se situaba en el descansillo de las escaleras entre plantas. Otro grito desgarrador del campesinado español, al ser arrancado a la fuerza y violentamente de su amada tierra de labor y de vida, al fin y al cabo.
La procesión de la muerte. J. Gutierrez Solana.
José Gutierrez Solana, aportó su visión sobre las tradiciones religiosas. Con su memorable "La procesión de la muerte" removía conciencias entre los visitantes del Pabellón, Sus calaveras, sus cristos sanguinolentos, sus ataudes y sus mensajes apocalípticos ("Memento mori": Recuerda que mueres.- "Pulvis, cinis, nihil": Polvo, cenizas, nada.) provocaba respingos a los franceses y los sumergía en el mundo real.
Julio González. La Montserrat.
Emiliano Barral.
Cabeza de mujer. Picasso.
El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella". Alberto Sánchez.
La nómina de escultores fue magnífica. Empezando por el propio Picasso y su "Cabeza de mujer" o su "Dama oferente". Emiliano Barral presentó una serie de bustos masculinos inspirados en los más duros trabajos que puede realizar un hombre. Julio González y su "Montserrat", vuelta al sufrimiento del campesinado en esa guerra absurda en la que sufrieron todos, pero especialmente las personas del medio rural. Y el gran Alberto Sánchez que con su monumental "El pueblo español..." daba la bienvenida a los visitantes a la entrada del Pabellón. La Obra se perdió o se destruyó, no lo tengo muy claro, el caso es que un buen día apareció entre sus pertenencias una pequeña maqueta, de la cual se realizó la copia que hoy recibe a los visitantes, también, del Reina Sofía.
Alexander Calder.  Fuente de Mercurio.
Mención especial requiere Alexander Calder. El norteamericano fue el único artista extranjero invitado a participar por nuestras autoridades. El Maestro presentó uno de sus deliciosos juguetitos al que hacía moverse, en este caso, por una fuente o cascada de mercurio. Era un homenaje a las minas de Almadén y a la importancia de estas, pues se estima que una tercera parte del mercurio consumido por la humanidad procede de ellas. Además su colocación frente al Guernica, en la planta baja, daba al trabajo una posición privilegiada.
El Patio, usado como cine,teatro y sala de conferencias.
Luis Buñuel fue el encargado de toda la parte audiovisual. Supervisaba el programa cinematográfico, musical, teatral y de conferencias, nada más y nada menos. Poco más se sabe de su trabajo, lógico, aunque conociendo (biográficamente) al Genio de Calanda, debió ser un autentico lujo. Dentro de su cometido estaba también buscar lectores para las obras de García Lorca, que aunque por razones obvias no pudo estar en el Pabellón físicamente, si lo estuvo con su narrativa y su poesía.
Y eso es todo por mi parte. Espero os haya gustado este pequeño resumen sobre un acontecimiento de hace casi 80 años del que, aún hoy día, se sigue hablando y estudiando.
Agradecer a mis profes Amalia y Luis, la elección de este apasionante tema para realizar la conferencia de fin de curso, y que yo os traigo en forma de modesto resumen. Gracias y... Salud!

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